Dragon Ball GT nació entre prisas y nostalgia, y esa mezcla le jugó en contra. Entre un Goku eternamente niño, arcos que se quedan a medias y un elenco de Z dejado de lado, la serie acumuló tropiezos difíciles de perdonar.
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Si buscas argumentos con sustancia para explicar por qué GT no cuaja, aquí tienes diez que pesan.
10. Desaprovecha al elenco de Z que ya teníamos listo para brillarTras el salto temporal, era la oportunidad perfecta para ver a Gohan, Piccolo, Goten y Trunks romper techos. En vez de eso, GT los relega y centra casi todo en Goku y Pan. Ni siquiera explota la fusión en serio: Gotenks ni asoma.
9. Mantiene a Goku como niño… salvo cuando le convieneLa “vibra OG” de convertirlo en chico funciona un rato, pero se vuelve lastre cuando la serie se oscurece. Peor aún, cada vez que llega al SSJ4 “mágicamente” vuelve a adulto, recordando que el gimmick pudo resolverse antes.
8. Abre tramas y personajes… y luego los deja colgadosEl arranque aventurero con las Black Star Dragon Balls presenta rivales y promesas como Ledgic que jamás se cierran. Al pivotear hacia Baby, GT actúa como si su propio primer acto no existiera.
7. Cambia de tono sin brújulaEmpieza ligera y episódica, luego gira a drama y body-horror con Baby, para después volver a lo estrambótico en Super 17. La disonancia es tal que el dub en inglés hasta separó los “episodios perdidos”.
6. Maltrata a Vegeta en arco, poder y diseñoAparece poco, su SSJ4 llega por vía “artificial” con la máquina de Bulma, y muchas veces queda de actor de reparto. Encima, el look del bigote y el corte no ayudaron a vender su evolución.
5. Pan brilla… pero la viven rescatandoEs la co-prota más activa tras Goku, pero la narrativa la infantiliza, le roba planes ganadores y la encierra en el rol de “damisela” demasiadas veces. Su potencial queda empañado.
4. Tira de nostalgia sin aportar algo nuevoHay guiños bien pensados como los tsufur, pero abundan refritos: la posesión de Baby replica el clímax Goku vs. Vegeta, la fuga del infierno calca Fusion Reborn, y el episodio de Zoonama repite el gag de Oolong.
3. Uub prometía el relevo… y lo releganZ cierra con Goku apostando por Uub. GT salta cinco años y lo convierte en actor secundario cuyo momento cumbre depende de fusionarse con Buu. El “pase de antorcha” se queda en nada.
2. Arcos demasiado cortos para respirarCon solo 64 episodios y cuatro sagas, ideas como Black Star o Super 17 no tienen espacio para cocinarse ni dividirse en subarcos como en Z. El resultado se siente apurado e irregular.
1. El SSJ4 eclipsa todo lo demásLa forma es creativa y poderosa, sí, pero deja obsoletas a SSJ2 y SSJ3, que casi ni se utilizan. Sin variedad de transformaciones en el elenco (porque además no se les da foco), el combate pierde matices.
En resumenGT tiene momentos divertidos y una estética potente en SSJ4, pero su crisis de identidad, la sobredependencia de Goku, el maltrato a secundarios y la nostalgia mal dosificada explican por qué tantos fans la discuten hasta hoy.
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Si alguna vez vuelve en clave “what if”, ojalá sea para corregir justamente estas grietas.