Para el legendario Akira Toriyama, su obra más amada y, a su juicio, la mejor que jamás creó, no fue Dragon Ball. Aunque la saga de Goku es un fenómeno mundial que lo inmortalizó, el maestro confesó en varias entrevistas que su corazón siempre le perteneció a una historia mucho más pequeña y, para el gran público, completamente desconocida: el manga de Neko Majin. Esta es la historia de cómo una autoparodia se convirtió en la verdadera joya de un genio.
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El creador y el ‘gigante’ que nunca amóA pesar del éxito descomunal de Dragon Ball, es un secreto a voces que a Toriyama le resultaba un proyecto agotador. El mangaka ha expresado en múltiples ocasiones que la presión por mantener la historia, el constante aumento del poder de los personajes y la necesidad de mantener a los fans enganchados eran una carga pesada.
Dragon Ball era un gigante que había crecido más allá de su control, un tren imparable que lo había alejado de lo que más amaba: el humor y la comedia absurda.
Aquí es donde entra Neko Majin.
La verdadera joya de Toriyama: El manga que amóNeko Majin no es una saga larga y compleja. Se trata de una serie de one-shots (historias cortas) que funcionan como una autoparodia de Dragon Ball. El protagonista es un gato mágico llamado Neko Majin que, aunque tiene habilidades de lucha que se burlan de las de Goku y compañía, está más interesado en las travesuras que en salvar el universo.
Para Toriyama, esta fue su verdadera obra maestra porque le permitió volver a sus raíces. Antes de Dragon Ball, su primer gran éxito fue Dr. Slump, una historia llena de humor y personajes entrañables.
Neko Majin, con su tono ligero y sin la presión de una trama elaborada, le permitió redescubrir la alegría de dibujar y escribir sin la necesidad de escalar la acción. Para él, la historia de este gato mágico representaba la libertad creativa que tanto anhelaba.
De un éxito mundial a la frustración creativaLa historia de Toriyama y Dragon Ball es un claro ejemplo de la compleja relación entre un artista y su obra más famosa. Aunque el éxito de Goku le trajo fama y fortuna, también lo encadenó a un género y un estilo que no eran su pasión.
Neko Majin es un testimonio de que, a veces, la creación más querida de un artista no es la que el público más celebra, sino la que le devuelve el simple placer de hacer arte.
¿Qué te parece la revelación de Toriyama? ¿Crees que un creador puede tener una obra que sea su favorita, aunque no sea la más exitosa?