Quién no recuerda a Adriano Leite? El delantero fue una de las referencias mundiales de principios de siglo. Una bestia, un animal, potencia y control en un vigardo de 1,90 y 95 kilos de peso. Imagínense a semejante bicho a la carrera merendando centrales. Por no hablar de su zurda, delicada y letal, tanto en la larga distancia como a quemarropa.