Cuando pensábamos que lo sabíamos todo sobre el comportamiento animal, la ciencia nos sorprende con una revelación que parece sacada de una película de Disney. Un equipo de investigadores australianos ha descubierto que ciertas aves no solo tienen un sentido del ritmo impecable, sino que han desarrollado una coreografía tan compleja que, según un nuevo estudio, poseen al menos 17 pasos de baile completamente nuevos. Si pensabas que los humanos eran los únicos con un groove natural, piénsalo de nuevo.
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El club de baile que solo conocían los geeksLa investigación, liderada por la científica Natasha Lubke de la Universidad Charles Sturt en Australia, se centró en un club muy particular: cinco especies de cacatúas. Para su estudio, publicado en la revista científica PLOS One, el equipo analizó más de 100 videos virales de estas aves en redes sociales. El objetivo no era solo reírse con los videos, sino entender por qué las aves bailan y si estos movimientos son parte de un patrón de comportamiento complejo.
Las especies estudiadas incluyen a la cacatúa alba, goffiniana, galerita, sanguinea y moluccensis. Los científicos descubrieron que estas aves eran las que más reaccionaban a la música. Sin importar su ubicación geográfica, las aves realizaban movimientos similares, lo que sugiere que el comportamiento de bailar a la música es innato en su especie.
El fenómeno de la cacatúa superestrellaLa mayor revelación de la investigación llegó de la mano de una cacatúa en particular. Este ave, que se convirtió en una celebridad viral por sus movimientos, mostró un repertorio de baile que dejó a los científicos boquiabiertos.
De los 30 movimientos principales catalogados en la especie, se descubrió que la cacatúa estrella tenía 17 pasos de baile que nunca se habían visto antes en ninguna otra ave. Esta capacidad para desarrollar movimientos únicos sugiere una complejidad cognitiva y una creatividad que rara vez se asocia con el mundo animal.
¿Un simple reflejo o una fiesta personal?Durante mucho tiempo se pensó que los movimientos rítmicos de las aves eran solo una respuesta involuntaria a los estímulos. Sin embargo, el estudio propone una teoría fascinante: el baile podría ser una actividad recreativa para las aves, similar a un juego. El equipo descubrió que las aves no necesitan una pareja para bailar e incluso lo hacen en entornos silenciosos o con podcasts, lo que sugiere que no necesitan un estímulo musical externo para iniciar la fiesta.
Este descubrimiento es un paso importante para entender que el baile en las cacatúas es un indicador de bienestar y comodidad en su entorno de cautiverio.
Al final, este estudio nos enseña que el mundo natural está lleno de sorpresas y que los animales tienen una vida interior y una capacidad de expresión mucho más rica de lo que imaginamos.
La próxima vez que veas un ave mover la cabeza, podría estar ensayando su próximo paso de baile.